Receso



En esta posición no me duele la panza. No sé hace cuánto estoy así y  no me duele, pero esta posición boca arriba me favorece. Será que la papa con pan que comí hace un rato me cayó mal. Será que el sillón este es bien cómodo. Tengo que dar vuelta la página del libro, tengo miedo de desacomodarme y que regrese ese dolor que me viene acompañando hace una cantidad de semanas que dejé de contar.  Quisiera estar toda la vida así, sin moverme y que no vuelva el dolor de panza. Es un dolor agudo, constante, en toda la panza, que no es el estómago ni la zona uterina. Es la panza, la del medio. Se hincha, se pone dura. Lo sufro más de lo que digo que lo hago.  Di vuelta la página y sigo bien. No es lindo sentir dolor de panza, menos para alguien que en general no siente dolores, que no está acostumbrada, a Dios gracias y toco madera, a los dolores físicos. Me reconozco muy tolerante al dolor físico. Ahí viene mi hermana, se va a sentar en el sillón y tengo miedo de que… ay… ya se sentó, no me duele, está todo bien. Me habla un rato, se levanta y yo sufro, pero el dolor no volvió. Quiero quedarme toda la vida así, no quiero retorcerme más. Típicamente quiero acordarme de cómo era antes de que aparecieran los dolores y no puedo. Parece como si hace 25 años yo fuera con dolor de panza

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